En el artículo pasado “Bases para entender los sistemas operativos” explicamos a detalle un poco de la historia y componentes de los sistemas operativos, ahora vamos a entrar de lleno a la parte práctica de éstos. Ahora bien, si ya leyeron el citado artículo, comprenderán que, para que todos los elementos de una computadora tengan su verdadera utilidad es necesario un software que tenga la capacidad de interpretar las órdenes del usuario y transmitirlas al hardware en forma de instrucciones lógicas; éste software es conocido como sistema operativo (OS por sus siglas en inglés de Operating System) (Norton, 2006, página 33).
Como parte introductoria, es necesario comprender que un sistema operativo es independiente de una gran cantidad de aplicaciones o programas con los que suele venir incorporado, tales como el explorador de archivos, editores de texto, consolas de comandos, interfaces gráficas de usuario (también conocida como GUI o Graphical User Interface en inglés), etc. La única función propia del sistema operativo es la de administrar los recursos de hardware y permitirle al usuario la interacción con estos recursos, así como la de organizar las distintas herramientas que en él se instalen como parte del software.
Es importante distinguir que el sistema operativo no solamente se trata de su núcleo, ya que esto solamente es correcto en el caso de los sistemas operativos monolíticos, los cuales son OS con una arquitectura donde se trabaja dentro del espacio del núcleo, estando en modo supervisor, definiendo únicamente una interfaz virtual de alto nivel en el hardware del equipo, además de que las llamadas al sistema implementan todos los servicios propios del sistema operativo.
Una vez que se ha comprendido lo que no es un sistema operativo, podemos conceptualizarlo como un conjunto organizado de extensiones y rutinas de control que permiten funcionar a un equipo de cómputo además de integrar un entorno para la ejecución del resto del software.
El sistema operativo provee de los servicios necesarios para el desarrollo de programas, a través de una variedad de utilidades y servicios, como lo pueden ser editores y depuradores, los cuales auxilian a los programadores para la elaboración de los programas, y aunque estos servicios y utilidades son independientes (como se ha mencionado ya), suelen ser ofrecidos por los fabricantes del OS en conjunto con el mismo. También permite la ejecución de programas, al realizar una secuencia de pasos de tal manera que las instrucciones y los datos son cargados en la memoria principal. Otra de sus funciones es la de tener acceso a los dispositivos de entrada y salida, ya que cada dispositivo necesita sus propias instrucciones para entrar en operación. Es obvio que también debe mantener un acceso controlado a los archivos, los cuales quedan ubicados en una determinada estructura dentro las unidades de almacenamiento y pueden ser invocados para leerlos, modificarlos, renombrarlos, copiarlos, moverlos e incluso eliminarlos.
Existen tres funciones que los sistemas operativos ofrecen y que son pensadas más allá de los usuarios finales, las cuales son:
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Acceso al sistema, de tal forma que, en entornos compartidos o públicos, el OS controla el acceso tanto al sistema como a los recursos del mismo, de tal manera que se posea protección a los recursos y a los datos e impidiendo el uso no autorizado.
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Detección y respuesta a errores, ya que pueden existir una gran variedad de errores durante la ejecución de un equipo de cómputo, los cuales pueden incluir errores del hardware tanto internos como externos, ofreciendo respuestas que permitan la eliminación del error.
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Contabilidad, que no es otra cosa que la generación y recopilación de estadísticas del uso de los recursos y monitoreo de los detalles de rendimiento.
El funcionamiento del software es a través de invocar “generalmente los servicios del sistema operativo por medio de llamadas al sistema operativo.” (Milenković, 1994, pág. 3). De igual manera, los usuarios interactúan con el OS a través de órdenes del sistema operativo.
El rango y la extensión de los servicios proporcionados por un sistema operativo dependen de varios factores. Entre otras cosas, las funciones visibles al usuario de un sistema operativo están en gran medida determinadas por las necesidades y características del entorno objetivo que el SO está destinado a soportar. Por ejemplo, un sistema operativo destinado al desarrollo de programas en un entorno interactivo puede tener un conjunto bastante diferente de llamadas y órdenes que el sistema operativo diseñado para soporte en tiempo de ejecución de una aplicación de tiempo real dedicada, tal como el control del motor de un coche. (Milenković, 1994, Ibídem)
Se puede decir que el principal objetivo de un sistema operativo es incrementar la productividad de los recursos de proceso de la misma forma que el hardware lo hace con la computadora o el usuario con el sistema informático completo. Originalmente los sistemas operativos estaban diseñados para computadoras altamente costosas, preocupándose principalmente por la obtención del máximo trabajo posible del sistema informático. Por otra parte, cuando se trata de un equipo que sirve a un único usuario, lo que se busca es incrementar la productividad del usuario, mientras que el uso del hardware pasa a segundo término. Por último, actualmente se enfatiza en proporcionar a los usuarios un entorno gráfico, fácil de usar y altamente intuitivo.
Bibliografía
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Milenković, M. (1994). SISTEMAS OPERATIVOS Conceptos y diseño (Segunda ed.). (J. Stumpf, Ed., & A. Bautista Paloma, Trad.) Madrid, España: McGRAW-HILL/INTERAMERICANA DE ESPAÑA, S. A.
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Norton, P. (2006). Introducción a la computación (Sexta ed.). Álvaro Obregón, Distrito Federal, México: McGRAW-HILL INTERAMERICANA EDITORES S.A. DE C.V.